26 julio, 2012

Súbitamente

Sentado en un café en Chilpancingo, Guerrero, quizá en el cafetucho más viejo del centro al menos por su apariencia y el tipo de gente que lo visita, me siento tranquilo. Esta tarde/noche decidí no quedarme en mi habitación de hotel encerrado a ver TV o simplemente leer en silencio. Que mejor que salir a leer y tomar un café en este.. café. 
Leo un libro que, aunque trata sobre locos, loqueros y locuras individuales o colectivas, me gusta porque de vez en cuando tiene fragmentos que hablan sobre una especie de reflexiones o pensamientos alrededor de ciertos alimentos. Éstos fragmentos son y en realidad no tienen mucha relevancia en la historia sinceramente, pero me gustan, me llenan y me hacen feliz. 
Mientras esto sucede, me pregunto, de pronto, como será la vida aquí. ¿Será como en un pueblo? no parece serlo. ¿Será como en la capital? no parece, pero entonces ¿cómo es? Preguntándome estas cosas de pronto me sentí como un observador externo y ajeno a todo. Una especia de testigo no oficial pero que no comprende lo que atestigua y súbitamente me sentí bien en este pequeño mundo que suelo crear a donde sea que vaya. Un mundo que solamente existe entre mi café, mi pastel, mi libro, mi mochila y yo. Tengo la borrosa sensación deque nada malo va a sucederme aquí y que, incluso, podría disfrutarlo, cosa contraria a lo que normalmente siento cuando vengo a esta ciudad. 
Así pues, rey en mi propio reino en la mesa del café, extraño mi nueva familia miniatura integrada por mi hermosa novia y Ek, nuestro nuevo gatito. Y al decir "nuestro" en realidad me lo estoy apropiando sin permiso. 
Finalmente después de un buen rato de disfrutar del momento y la gente que pasa, al mismo tiempo que le doy unos sorbos a mi capuchino y unas leídas a mi libro, me doy cuenta que el pastel que estoy cenando es una buena idea, sencilla pero buena al final. Una base de panqué sencillo de chocolate ligero,  seguido de una buena capa de flan de consistencia perfecta (ni aguado ni seco), con otro capa de pastel de tres leches, terminado todo con una buena cubierta de merengue de ese comercial pre hecho. La verdad esa cubierta puede mejorarse bastante, sobre todo porque no me encanta el merengue, pero el conjunto es una buena idea. Algún día, espero no muy lejano, quiero crear postres como éste. Incluso podría tener mi propia versión de éste! mientras tanto ya se me cuecen las habas porque sea sábado!

23 julio, 2012

Domingo por la noche (pasta)

Anoche me encontré solo en mi casa, sin familia y la verdad es que aveces es rico al silencio y la calma. Para cenar decidí prepararme una buena porción de pasta fresca y recordé que me gusta mucho, solo que aveces se me olvida. Es una maravilla hacer pasta, y además es realmente fácil. Es cosa de practicar un poco para saber el grosor adecuado, el tiempo de cocción y detalles así, pero en realidad es muy sencillo. Yo por ejemplo había probado una receta que indicaba que usara 50 gr de harina normal y 50 gr de semolina o harina 00 por cada huevo. En realidad sale bastante buena, pero ayer probé una nueva receta del libro que me regaló Jeni sobre puras pastas en donde decían que usara 225 gr de harina normal por 2 huevos, más dos cucharadas de aceite de oliva y una cucharadita de agua templada. En realidad a medio camino olvidé que no tenía aceite de olivo así que lo sustituí por más agua y quedó bastante bien. Imagino que el resultado con aceite debe ser más suave y elástica, pero no me quejo de lo que obtuve. Después unos cuantos intentos ahora sé que el no. 7 me gusta y no tarda tanto en cocerse. Si tienen oportunidad les recomiendo que lo intenten, no importa si no tienen maquina para pasta, la pueden estirar con rodillo y cortar con cuchillo haciéndola rollo. Ahora que empiece mi curso, ah!! porque no les he platicado que el próximo sábado empieza mi diplomado en gastronomía! por fin tendré clases de cocina que siempre he querido. Estoy realmente muy emocionado! ya compré mi uniforme, mi filipina, pantalón, todo. Les iré contando como me va. 
Ah, les decía que ahora en mi curso espero aprender buenas cosas sobre la elaboración de pasta porque es de mis comidas favoritas y de mi novia también.  

La Vainilla

-La vainilla es una orquídea, ¿lo sabía? Xanat. Yo he hablado con ella, conozco todos los secretos de sus vainas. Su voz es de mujer. Sólo de olerla, aun de lejos, puedo distinguir si es cimarrona, mestiza, mansa o de tarro. La mansa es la mejor. Se debe sembrar en los cuartos menguantes de marzo y julio. Debe hacerse así. Se entierran uno o dos bejucos de tamaño de una vara a un lado de los picochos, el cojón de gato, el cocuite, los colorines y se amarran con mucho cuidado a los troncos. La vainilla, aunque se alimenta de su raíz, necesita, como las mujeres, de un árbol sostén para enredarse en él y no morir. Para que se produzca el fruto hay que polinizarla con un pedazo afilado de bambú. Las manos de las indias, como las de mi abuela, María de la Luz, son las mejores para esta tarea. Hay que hacer tres limpias anuales. Tres años después, entre el 12 de diciembre y el 2 de febrero, se colectan las vainas todavía verdes. Paul decía que era una planta planifolia y que ni siquiera la de Madagascar se comparaba con la calidad y la fragancia de las flores negras de Papantla. ¡Si alguien pudiera describir el olor de la vainilla! La dulzura de su raíz y el embrutecimiento de su aroma mezclado con copal. Si hubiera palabras. Si pudiera traerla prendida siempre bajo mi falda. Pero una vez se´parada de los árboles la vainilla también se vuelve amarga, ¿sabía eso? Entonces la flor ya no está en manos de indios, sino bajo la mirada de los beneficiadores y los políticos. Son blancos ellos, mestizos, europeos. Ellos pagan poco a los que vienen cargando la cosecha desde allende los montes o se la roban de noche. Ellos conocen la violencia. Ellos organizan las vainas en enormes tendales en los patios centrales de sus casas para secarlas al sol, orearlas a la sombra y volverlas a secar después. Ellos, siguiendo el sistema de poxcoyón, hacen sudar a la vainilla envuelta en petates y frazadas dentro de los hornos, la seleccionan y la evalúan por lotes. Las mujeres ya no participan en eso, pero los hombres que lo hacen tienen que tener los ojos, las manos y la nariz bien adiestradas. La vainilla requiere exactitud, perfección. Mi padre era el mejor. Mi padre sabía que, una vez seca, había que dejar reposar la vainilla por lo menos dos meses, y que si ya no había humedad, entonces estaba lista para orearse otros noventa días. Mi padre sabía desenzacatar los bejucos, deshaciéndose de los que estuvieran manchados, rajados, reventados o tiernos, y no había otro como él para organizar la partición. Al supervisar la formación de los mazos de cincuenta vainas negras y casi cristalizadas en el beneficio de don Juventino Guerrero, cuando los trabajadores los envolvían en papel encerado y los empacaban en recipientes de hojalata listos ya para partir en cajas de cendro hacia Europa, mi padre les cantaba una canción de cuna sin importarle la sorna pública. Mi padre estaba loco. Mi padre, antes de aficionarse al aguardiente chuchiqui y perder hasta la dignidad, cuidaba de la vainilla como se debe cuidar a una mujer. El esposo de la vainilla, eso era mi padre. Santiago Burgos. Pero yo estoy loca, Joaquín, así que no me crea. No me crea nada. 

Fragmento tomado del libro "Nadie me verá llorar" de Cristina Rivera Garza. 

17 julio, 2012

Yo soy el glouton

Hola! pues yo acá Davit, restaurador, viajero, lector, fotógrafo, creativo y cocinero. Sip, empiezo un nuevo blog como un reto peronsal. Quiero saber si soy capaz de escribir una vez a la semana. La razón? Porque en un futuro me gustaria tener una columna o un espacio en algun medio escrito, osea que me gustaria escribir articulos periódicamente sobre cocina... bueno sobre la vida en general, pero para mi la cocina es elemento central. Quiero que este sea un espacio donde pueda compartir mis pasiones en la vida: viajar, cocinar, amar, leer, reír, comer y la vida misma. Puede que en algunos temas ya tengo algo de callo, en otros no mucho, pero pues por algo se empieza y es momento de dar el primer paso. Porque Glouton? Pues porque un glotón es aquel que gusta de la buena comida, la buena lectura, la buena múscia, las cosas delicadas y simples pero que son reconfortantes y alimentan el alma; aquellas que te hacen sentir en casa donde quiera que estés. Así me veo a mi mismo, así que bienvenido. Este soy yo!!