15 junio, 2013

La escuela de ingredientes esenciales


¿Alguien aquí se ha puesto a pensar que sería de la "alta cocina contemporánea" sin sus recetas? o ¿Qué pasaría con un famoso chef sin sus creaciones? Pero no me refiero a que solamente fueran eliminadas sus recetas recientes; trato de imaginar que rumbos tomaría la gastronomía mundial si estuviera prohibido crearlas, escribirlas y publicarlas.
Deténganse por un segundo a pensar que harían ustedes para cocinar algo delicioso, reconfortante o elegante sin seguir un solo libro, una guía, nada. ¿Podrían?
Pues para Lillian, la protagonista de La escuela de ingredientes esenciales, novela de Erica Bauermeister es una premisa que sigue cada día de su vida culinaria.
Su historia es interesante y con un toque de realismo mágico. Cuenta que cuando era niña su madre encontró el los libros un escape de la realidad, y aunque esto podría sonar bien, lo que sucedió fue que dejó de prestar atención al mundo entero, incluida su pequeña hija. Esto llevo a que Lilllian descubriera en una pequeña tienda en su barrio, a una mujer que además de ofrecer productos de cocina de calidad, vio en Lillian un don, una chispa; y desde el primer momento supo que habría de enseñarle los secretos de la cocina.
Años después, Lillian se volvió toda una chef respetada y exitosa, y decidió empezar a dar clases de cocina por las noches, en la cocina de su restaurante: La escuela de ingredientes esenciales. En ella les enseña a sus alumnos que la cocina no es solamente un placer y un arte, si no que a través de ella, el cocinero tiene el poder de influir en las personas, su estado de ánimo y sus vidas por medio de la comida. Se olvida de recetas y temarios cuadrados para observar con detenimiento a cada uno de sus aprendices y cambiar sus vidas por completo con solo enseñarles a cocinar.
La verdad es que es un muy buen libro para todo aquel que, como yo, piensa que la mejor cocina no es la más pretenciosa ni la más cara, si no la que nos llega al alma.