19 octubre, 2013

En busca de las papas fritas perfectas Vol. 1

Un par de meses sin escribir nada. Mucho, muchísimo trabajo (demasiado diría yo) no me han dejado tiempo ni de cocinar y mucho menos de postear nada por acá. Pero ya basta de pretextos, por eso me he propuesto emprender esta búsqueda de las papas fritas perfectas. 
Primero, amable lector (siempre quise escribir eso) hay que saber cuál es el origen de tan popular guarnición; pero resulta que, la verdad se dicha, no se sabe. Como hijas de padres divorciados, las papas fritas son disputadas por dos países: Francia y Bélgica. 

Por un lado los franceses defienden que, despuecito de que la Revolución Francesa había estallado en el siglo XVIII, existían una serie de parisinos que vendían este platillo sobre el puente más viejo de la ciudad, el Pont Neuf, en donde las preparaban a momento sobre  braseros y sartenes. Algo así como las tamaleras de hoy en día. No suena descabellada esta idea si pensamos que seguro los pobres revolucionarios parisinos tenían poco acceso a recursos culinarios en tiempos de guerra. 

Por otro lado están los belgas que dicen que la papa frita nació en el sur del país, en Namur. Dicen que sus habitantes acostumbraban comer pequeños pescados que obtenían en el río Mosa, pero que en un invierno particularmente frío este se congeló y los pobres no pudieron pescar. Sin poder obtener acuático alimento, dicen, se pusieron a cortar las papas en forma de pequeños peces. Me suena un poco a historia para niños, pero ellos lo defienden. 
Yo digo que lo importante no es de donde vienen o quien las inventó; lo verdaderamente interesante es la manera de hacerlas de cada país y como es que son consumidas.
Según el especialista cultural belga Roel Jacobs “Los franceses y los belgas han optado por vías diferentes. Para los primeros, la frita acompaña a la carne, normalmente un bistec, mientras que los belgas la suelen comer sola, acompañada con una salsa”, cuenta Jacobs.
“Los belgas hemos convertido la patata frita en un producto noble y no un simple vegetal”, dice Albert Verdeyen, cocinero escritor. “Pero sobre todo, controlamos mejor que nadie el arte de la doble cocción, para que sean doradas y crocantes”.
Sin embargo, la doble fritura no es la única manera de alcanzar una papa perfecta. Yo conozco al menos cuatro formas de preparar papas fritas crujientes:
1. Doble cocción clásica
2. Doble cocción, una en agua después en aceite
3. Una cocción en aceite desde frío
4. Doble cocción con congelamiento

Así, declaro inaugurada esta mini sección llamada "En busca de la papa perfecta" en donde, además de probar recetas y técnicas para hacer papas fritas, iré platicando y comentando de papas probadas en diferentes lugares. Los invito a que, junto conmigo, encontremos las mejores papas del mundo mundial.